sábado, 20 de octubre de 2007

LAS OVEJAS TIENEN VIDA ABUNDANTE

"El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia." (San Juan 10:4)

En muchas oportunidades hemos comentado este pasaje, el cual está entre mis preferidos. En este versículo se confrontan dos personajes: el ladrón y Cristo. El primero no es otro que el diablo, el cual vino a esta tierra para hurtarnos la vida eterna, para matar nuestra alma, para destruir todo lo que Dios construyó en nosotros. En cambio el Hijo de Dios vino a rescatarnos y devolvernos todo lo que Satanás nos había usurpado. Jesús declara que Él ha venido a este mundo para que tengamos vida. Obviamente no se refiere sólo a la vida biológica, sino también y sobre todo a la vida de Dios, esa que viene de Él. No es poca, tampoco la suficiente, sino que es "abundante". La vida que nos da el Padre a través de Jesucristo y Su Espíritu Santo es una vida que sobrepasa la necesidad de las ovejas, ¡una vida abundante! Las ovejas de Su rebaño son llamadas a tener y experimentar una vida abundante, victoriosa, exitosa y no una vida pobre, derrotada y de fracasos. Esta es la calidad de vida que el Buen Pastor viene a otorgar a Sus ovejas. ¡Alabado sea Jesucristo!

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